Hágase la luz...

Diecisiete

  • DIECISIETE PUNTO UNO: LA SENTENCIA

No ha habido sentencia así que me la invento: 
"La palabra y el rito desvirtúan la conciencia y el hecho."
La negación de San Pedro, Caravaggio
Es una de mis más firmes creencias sobre religión, conducta y conocimiento. Explicado con el ejemplo más sencillo, me remito al concepto de Dios. Dios me parece algo demasiado abstracto para poder entenderlo cuando se le ha puesto un nombre (mismamente, Dios) o se ha rodeado con un degenerativo complejo de actos de carácter ritual (misas, sacramentos, oraciones). De esta manera solo se logra traerlo al mundo de lo concreto, lo cual, si bien es cierto que facilita su comprensión, hace que no se entienda algo abstracto como lo que es. Opino que todo tiene un fundamento abstracto, irracional o inconcreto, por eso cualquier hecho es malentendido cuando se comprende desde la palabra o desde hábitos impuestos, en lugar de la conciencia. Entiéndalo quien quiera, yo, con palabras, no puedo expresarlo mejor ;)

  • DIECISIETE PUNTO DOS: CLASE DEL 22/11/2016- LA LUZ (TEORÍA)

San José con el Niño, Georges de la Tour
1. Luz: lo divino, lo inalcanzable, luz lo sagrado, luz lo inefable, luz es etérea, luz intangible, sabiduría, lo inteligible, luz es contorno, forma, color, volumen, textura, luz es calor, luz es la vida, luz es comienzo, luz es el día, claro y despierto, quien da a luz crea, y alumbra, y genera, quien tiene luces ni ignora ni yerra, luz natural son el fuego y el sol, fuego, el invento que al mundo venció, fuego, victoria sobre la noche, triunfo primero del triunfo del hombre; luz es a veces también ocultar: luminiscencia en el fondo del mar, deslumbramiento que aparta el mirar, luz que confunde, luz que revela, luz de bombilla, luces de vela, luz que se apaga, luz que se enciende, cerilla, madera, que arde, que prende, que brilla, que quema, cruce de luces, luces en cruz, lucero mundo compuesto de luz.

2. La iluminación de una obra artística es absolutamente fundamental. La luz es el elemento primordial, la dimensión a partir de la que se define el resto. Cuando decidimos la luz para un trabajo creativo, podemos pensar en dos tipos: la luz intrínseca y la luz extrínseca
La luz intrínseca es la simulada con recursos no puramente lumínicos -como el color-, la que se retrata de manera permanente en la composición de la obra. Por ejemplo, los efectos logrados en un cuadro para que parezca que a los personajes los ilumina un rayo de sol entrando por una ventana. 
La luz extrínseca es la que está fuera del 'marco' de la obra, la que la ilumina. Aquí se incluirían las obras hechas con luz. La luz misma que entra por una ventana de la sala que expone una obra es un buen ejemplo de luz extrínseca.
La alcahueta, Gerard Von Honthorst
Por lo general, la pintura depende de la iluminación intrínseca, ya que la luz extrínseca no suele ser más que el foco o los focos instalados en el lugar donde se exponga. En escultura, por el contrario, no suelen simularse efectos de luz intrínseca, sino que se buscan en el volumen de la obra teniendo en cuenta la incidencia de la luz que se aplicará en la exposición. A medio camino se encuentra la fotografía, en la que en la fase de composición la luz suele ser extrínseca (luz natural o focos artificiales) pero en la fase de impresión o visualización pasa a ser intrínseca (generada por el color del papel o la pantalla).

Al elemento pictórico LUZ hay que ligarle otro del que no hemos hablado en clase, pero del que se valen muchas grandes obras de arte: la OPACIDAD. El juego con los tres niveles de opacidad (opaco, translúcido, transparente) ha sido empleado en obras como la de Jiyong Lee:

3. Otras dicotomías que acepta la luz son natural/artificial, y continua/discontinua. 
La luz natural es la del sol, la que sin intervención del artista entra en el espacio tratado.
La luz artificial es la que aporta el artista: velas, focos, linternas, lámparas, láseres...
La luz continua es la que no cesa de iluminar por sí misma: la de una vela o la de una bombilla.
La luz discontinua es la que se emite interrumpidamente: el flash de una fotografía, la luz estroboscópica o el fenómeno sputtering en los tubos fluorescentes.

La joven de la perla,
Johannes Vermeer
4. La luz representa el aire, la atmósfera y el ambiente. Personalmente, me parece la categoría pictórica más versátil y rica. No acabaríamos una lista con los autores que han dominado la luz en sus obras, pero voy a seleccionar los que se han mencionado en clase:

-La búsqueda de la fidelidad con la realidad en la pintura a través de la luz aparece en el Renacimiento. Lo cultivan algo más adelante los tenebristas con las técnicas de claroscuro: Caravaggio, desde Italia, hace escenas con fuentes de luz indeterminadas, De la Tour en Francia o Von Honthorst en Flandes usan la iluminación fuerte de las velas para crear efectos nunca antes vistos en el arte, y algo más adelante Vermeer plasma en sus cuadros su amor por la iluminación natural, que llega diáfana desde grandes ventanas y crea brillos más puntuales.

-Si vamos avanzando por los siglos, cómo no, nos encontramos con el gran Goya, que a pesar de presentar gran variación en las etapas de su pintura (declarándose en sus pinturas negras como pintor de la oscuridad, por cierto), algunos elementos se mantienen constantes. Es el caso de la importancia del color blanco, aplicado casi puntualmente en los protagonistas de sus cuadros, que están sobreiluminados para llamar inmediatamente la atención de la mirada.


Baile en el Moulin de la Galette,
Pierre-Auguste Renoir
-El dominio de la luz en pintura alcanza su máximo exponente en el Impresionismo, que desbroza colorísticamente el elemento lumínico de forma casi científica. Prueba de ello son Monet, Cézanne, Renoir y muchos otros.
Pero a estos los conocemos mejor... ¿y si nos fuéramos al campo del Cine? Tembién existe el Cine Impresionista, incluido dentro de las vanguardias, que como tal tuvo muy poca duración pero una influencia brutal en la posteridad. El mejor ejemplo es Abel Gance, que con encadenamientos de fugaces impresiones cinematográficas creaba una nueva visión del montaje en filmes como La Rueda:

Noche, Paul Sérusier

-Quiero mencionar, para ejemplificar la aplicación de la luz en la pintura de Avant-garde, al fauvista Paul Sérusier, que la usa para dar el efecto violento del color tan característico de su tendencia.

-Con las vanguardias llega el llamado Light Art. La luz es considerada como material creativo, y surgen hasta nuestros días numerosos artistas que la llevan a sus límites más ingeniosos. Incluyo aquí algunos nombres acompañados de sus respectivas obras:


Mark Lottor
Rafael Lozano-Hemmer
Juega más que con la luz con la sombra,
en obras interactivas en las que invita al
espectador a descubrirlas
Dan Flavin
Trabajo con fluorescentes y colores
Mischa Kuball
Makoto Tojiki

Fabrizio Cornelli
Creación de figuras mediante la proyección rasante
 de sombras distorsionadas de diminutos trozos de papel


-FOTOGRAFÍA: la aparición de la fotografía supuso la apertura de un campo interminable de exploración del efecto lumínico. Ejemplos de ello son Simon Norfolk (temas bélicos y de conciencia social), Paolo Roversi (fotógrafo de moda, combinación de luces y sombras) o Eugenio Recuenco (recrea la luz natural en espacios sobrenaturales, y ha prolongado su trabajo en el mundo de la moda y el marketing. Influencia del cuento popular).
Norfolk
Roversi: 'The great illusion'
Recuenco: paredes que comprimen el espacio y luz que lo amplía
Recuenco: trabajos para Nina Ricci
-ARQUITECTURA: la luz es decisiva como factor determinante del diseño arquitectónico.


Así queda plasmado en la aparición de elementos propios dependientes de la luz: desde las ventanas mismas, pasando por las vidrieras, cristaleras, rosetones, techos acristalados, claraboyas y lucernarios, hasta la orientación de los edificios. Quiero mencionar dos trabajos de aprovechamiento de la luz que conectan el ingenio de este arte a lo largo de los siglos:


El primero es el santuario del templo de Abu Simbel, en Egipto. Antes de que fuera trasladado para construir la presa de Assuán, estaba especialmente orientado para que dos días concretos del año (dos meses antes y dos después del solsticio de invierno), la luz que entraba por la puerta del templo llegara hasta el fondo del mismo, en el santuario donde había cuatro figuras: las de Ra-Horajti -dios supremo del Sol reinante-, Ramsés II -faraón al que se consagra el templo- y Amón -protector de la capital del Imperio, Tebas- quedan iluminadas estos días. En la penumbra permanecía Ptah, dios de la oscuridad, en un prodigio tanto arquitectónico como astronómico.

El segundo es el Instituto del Mundo Árabe de París, diseñado en el siglo XX por el aclamado arquitecto Jean Nouvel. Su fachada está recubierta por placas metálicas que se disponen formando cientos de pequeños 'iris' u orificios. Estos orificios, como el diafragma de una cámara, autorregulan su apertura según la incidencia de la luz solar, controlando la entrada de esta al interior del edificio.



-Añadiría también referencias de la importancia de la iluminación en el Cine y el Teatro, pero me parece excesivo contenido... ¿Quizá para otra entrada? Por el momento, cambiemos de tercio:

  • DIECISIETE PUNTO TRES: LA SOMBRA

La sombra, la ausencia de luz, la oscuridad, el negro. Esto me recuerda a nuestro trabajo de color sobre el color negro. La sombra puede entenderse de dos maneras, a las que hacen referencia sus sendas traducciones al inglés: shade quiere decir sombra como tiniebla, aplicado a una zona o espacio; mientras que shadow se refiere a sombra como proyección, aplicado a un cuerpo sobre una superficie. 
-Según el primer significado, nuestra cultura piensa simbólicamente en lo siniestro, en lo misterioso;  los antiguos y la sabiduría popular bebe de la sombra como un recurso para entender la naturaleza, sus ciclos, las estaciones, la meteorología; los malos de las películas se ocultan en la sombra; la sombra en la representación pictórica aporta sensación figurativa. 
-El segundo significado nos remite a la identidad, a ese elemento que proyecta nuestra forma delante de nosotros, un sistema análogo al de un espejo, que conduce al autoanálisis y a la exteriorización de una parte del 'yo', distorsionada sobre la superficie en la que se proyecta, adaptada al continente, modificada por el entorno. En base a esto nos ofrecen su reflexión las fantasías populares sobre los no-muertos que no proyectan sombra, o Peter Pan, que anda detrás de ella tras habérsele escapado.


Es curiosa la peculiar consideración de la sombra en Oriente. En el arte oriental tradicional, las figuras y los personajes carecen de sombra: se buscan formas menos figurativas y más canónicas, armónicas. No se incorpora a lo grande hasta el nacimiento del manga, donde se llegan a lograr efectos verdaderamente sorprendentes. La sombra se independiza de la luz; pero no desaparece: se manifiesta independizada en un arte para sí misma: el teatro de sombras.


Qué mejor para plasmar la visión oriental sobre la sombra que comentar este artículo que hace tiempo se colgó en el blog nodriza:

EL ELOGIO DE LA SOMBRA, de JUNICHIRO TANIZAKI (1933)
Junichiro Tanizaki (novelista y cuentista japonés de la primera mitad del siglo pasado) nos empieza hablando de las infraestructuras de su casa. Nos preguntamos qué tendrán que ver con la sombra hasta que la idea va evolucionando: en verdad reflexiona sobre la idiosincrasia japonesa (y en general oriental); pronto comienza a hablar del mundo de la industria y sin darnos cuenta nos descubrimos leyendo sobre arte en el mismo texto que hablaba de retretes y puertas. Tanizaki inicia entonces una apología de lo oriental frente a lo occidental, centrada en la defensa de las texturas mates y sutiles de Oriente frente a los brillos pulidos de Occidente. Paradójico: precisamente el otro día en Escultura nos contó Antonio Vigo que las figuras modeladas con superficies 'lamidas', faltas de carácter en nuestra cultura, son apreciadas en China y alrededores.
Toko no ma: rincón de las casas japonesas
tradicionales que marca el gusto del
propietario: según Tanizaki ha de estar
en armonía con la casa, y por tanto,
si es una casa al uso oriental, tener
un aspecto algo oscuro o envejecido.
De hecho, Tanizaki no tarda en reconocer que tan típicos de su tierra como el papel y la teja son la laca, la plata y el oro pulidos, el estaño y otros materiales relucientes. Sí menciona, sin embargo, que estos brillos solo adquieren su sentido estético enmarcados en un espacio sombrío. Aunque no conozco presencialmente las culturas orientales, por las referencias que tengo no creo que sean tan afines a la sombra: por el contrario, encontramos una búsqueda de la diáfana amplitud de la luz; las estéticas artísticas son blancas y puras, y el sentido de purga y limpieza mayor que en nuestro Occidente lleno de sordideces y pensamiento espurio.
Más adelante focaliza su ensayo en el teatro japonés clásico, que tiene las tres grandes vertientes del noh, el kabuki y el bunraku. El noh es un teatro serio, reflexivo y épico, con pautas minuciosamente establecidas y exquisitos requerimientos actorales y de vestuario, destinado a clases nobles. El kabuki, más humorístico y afín a las clases populares, ha encontrado más facilidad para pervivir en el tiempo. En cuanto al bunraku, se trata del teatro de marionetas, de un detallismo más que delicado y de complejidad tal que un títere, dependiendo de la importancia de cada personaje, puede llegar a ser manejado hasta por tres marionetistas.

En sus orígenes, antes de inventarse la luz eléctrica, los escenarios estaban sumidos en cierta penumbra que resaltaba la sutileza de los pequeños detalles, creaba un ambiente casi místico y ayudaba a disfrazar a los actores, en especial los que tenían que hacer de mujeres. 
De aquí, el artículo se traslada al tema de la belleza femenina, tradicionalmente vinculada a la ocultación o la sombra en el país nipón (los grandes vestidos, los recluyentes palanquines, el ennegrecimiento de los dientes).
Recogiendo los temas de los que ha hablado, Tanizaki sintetiza la cuestión que está tratando: ¿por qué en Oriente se busca la belleza en lo oscuro, de donde huye aterrada la cultura occidental?
La respuesta fundamental la justifica con la aceptación de la naturaleza en Asia, un cierto conformismo; nosotros en cambio huimos de lo naturalmente oscuro, de lo que naturalmente nos aleje de estar "siempre al acecho del progreso". Una reflexión que me parece interesantísima con la salvedad de sus divagaciones sobre el color de piel, en las que cae en más de una incongruencia étnica.
Regresa a una mayor coherencia cuando habla de consumo de luz y de derroche y alaba los parajes vírgenes y sobre todo aquellos que conservan sus primigenias tinieblas. Hay que pensar que él escribe esto en 1933, como tres décadas antes de los primeros atisbos de pensamiento ecologista. Nos cuenta la degeneración que hasta a su propio país ha llegado, y que los amantes de la vida sosegada son perturbados por la contaminación lumínica en las calles, en los entornos rurales y hasta en la gastronomía... y más de uno se habrá quedado perplejo al leer cómo, sin ton ni son, el genial autor enuncia una receta de sushi en su Elogio de la Sombra. Tanizaki no lo puede evitar: es un enamorado de los detalles y de su cultura, y a la mínima oportunidad no duda en recrearse.
El ensayo en su globalidad no es un elogio de la sombra, sino un canto nacional exaltado y una declaración de amor a la tradición... También podría aprovechar esa capacidad maravillosa de disfrutar de cualquier detalle para elogiar la vida occidental. No es que los objetos con pátina ni los cuencos lacados sean maravillosos: si el aséptico instrumental de los dentistas fuera invento ancestral de Oriente, Tanizaki se las arreglaría para obtener serenidad de la suavidad de los metales y del dulce ronroneo del extractor de saliva. Lo que es maravilloso es su capacidad de destilar el disfrute más exquisito de cualquier momento, aunque solo lo aplique a los momentos que le interesan. Marca de la casa japonesa. 
En un momento dado reconoce que ha alcanzado "una edad en la que se pone uno a imitar el habla sentenciosa de los viejos". No le falta razón en mi opinión, pero es admirable que lo reconozca. Se ve que este escritor fue un sabio, y le vamos a disculpar su repulsión al progreso contemporáneo fundada en su adoración a lo tradicional; para la época en que vivió y a poco que se conozca su cultura, el Elogio de la Sombra es un texto entrañable, entretenido e incluso a veces divertido. 
Personalmente, lo esperaba más completo, menos disperso y quizá con un mayor nivel de concreción... lo achaco a mi pensamiento científico-técnico-robótico-occidental. No va con ironía. Viva la filosofía anclada a lo hermoso, lo difuso y lo presente.

  • DIECISIETE PUNTO CINCO: POLÍTICA Y PUNTO FINAL

Para acabar, cabe mencionar que el martes organizamos unas improvisadas y retrasadísimas elecciones a delegado, en las que Mariola fue elegida responsable del Grupo I, y en el Grupo II se presentaron Huanye y Cris, él con la promesa de llevarnos a China y ella con un discurso político cuanto menos desconcertante. 
Huanye acabó siendo el favorito; Cris será una estupenda subdelegada y quedarán de suplentes los siguientes tres candidatos por número de votos: Donald Trump, Hillary Clinton y Mortadelo.

Han estado bien estos meses de Gobierno en funciones, pero estoy seguro que el mando de las fuerzas chinas no será peor. ¡Larga vida a nuestros ilustres líderes!
Albereal

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